Desde el puerto de Vallejera, balcón airoso sobre los montes de Béjar se puede extender la mirada por las llanuras de la tierra castellana; tierra cuajada de encinares en los sotillos altos, de fresnos verdes en las vegas bajas, pueblos y trigales que conviven junto a prados y linares, huertos, sotos, vegas. Es Castilla pura y altiva, orgullosa y humilde, pegada a la tierra.

Entre estos campos y entre los prados verdes de sus riberas, se encuentra enclavado Sorihuela, nombre que significa "Soria la pequeña", descendientes de aquellos repobladores que vinieron de Soria y crearon los primeros asentamientos de lo que hoy se conoce como este municipio. Es un pueblo cercano, acogedor, que trabaja y en el que destaca el repiqueteo de sus cinceles sobre el granito duro y hermoso que cubre sus montes y laderas y que ha convertido a este lugar en un lugar perfecto para desarrollar el dificil oficio de cantero.

Los negrillos en la plaza de los pueblos han cumplido un papel muy importante, como sucede en Sorihuela, ya que cuando estos pueblos se fueron formando para hacer su asentamiento, buscaban los sitios más adecuados, donde se daban este tipo de árboles. Para conseguir un buen asentamiento, fue necesaria la tala de muchos árboles, dejando un amplio espacio en el centro donde iban a construir edificaciones, este sería su plaza mayor o centro cívico.

En el centro de este recinto dejaban un olmo, siempre el mejor de ellos, en algunos pueblos fueron sembrados previamente, también consideraban el destino de cualquier árbol al igual que ocurre a los demás seres vivos, incluyendo al del ser humano, que es nacer, vivir y morir.

¿Qué funciones ejercieron estos árboles? Fueron varias primordiales y románticas. En primer lugar fueron centro de reunión, debajo de su sombra los vecinos se reunían para celebrar asambleas y concejos, en los cuales dictaban leyes previo acuerdo entre ellos, se daban normas de una u otra índole para la ordenación del territorio y la buena marcha de la comunidad, mantenimiento de costumbres y tradiciones, también a su sombra se desarrollaron grandes romances amorosos y como no algún que otro acuerdo furtivo para cometer algún acto delictivo o pintoresco.

Por lo anteriormente expuesto son y fueron dignos de la mayor consideración y respeto herencia de su tradición vetona.

La estructura del pueblo gira alededor de la iglesia parroquial que protege las casas y portales. El lugar que rodea al municipio está formado por campos verdes hasta mediado de verano. Tierras de barbecho y baldías junto a tierras sembradas de surcos de trigo. Al ser Sorihuela un lugar con campos y río Valvanera, el regadío ha consituido a lo largo de los siglos una pieza calve en el desarrollo de este lugar.

El suelo que se veía beneficiado por el riego que proporcionaba el río Valvanera, se extendía por los laterales de sus cursos naturales, por donde circulaban las aguas. Las aguas se recogían en presas naturales, que se hacían en el cauce del río, éstas eran construídas con piedras y terrones, las aguas eran conducidas por regaderas, caminos abiertos en el suelo sin recubrir ni afirmar ni calcular el nivel del suelo, y así se deja perder una buena cantidad del preciado líquido.

En Sorihuela había dos márgenes muy apreciadas, denominadas huertas cimera y hondonada, sin descartar todos aquellos linares que el riego se efectuaba a través de pozas, retenciones de agua, veneros naturales, pozos y norias, la conducción de agua se realizaba de forma anteriormente citada, efectuándose por la regadera principal que penetra en el terreno regable. De esta conducción, arrancaban otras secundarias cuando el terreno ya estaba dividido en tandas que se denominaban madres, separadas entre si, por un surco distribuidor o caño de la tanda por donde circulaba el agua. Cada tanda se divide a la vez en tableros que comunican con el caño de la tanda, estos tableros constan de varios surcos y son en consecuencia la última división del terreno regable. Cuando el terreno está en declive el riego se efectúa por el sistema llamado de torno o cadena, por lo tanto toda la tanda es un tablero.

Siempre existieron comunidades de regantes que puestos de acuerdo realizaban los trabajos de apozar las aguas, y tenían por costumbre para reunirse, dar un toque de campana desde lo alto del campanario, daban la voz de ir a sacar las aguas en el sitio determinado.

Las casas de Sorihuela eran construidas con el principal objetivo de preservar a sus moradores de los largos y frios inviernos. Las antiguas viviendas tenían generalmente un cuadro o perímetro rectangular pequeño cerrado o sea sin patio, y todos los compartimentos revueltos y mezclados. En muchas de ellas, las pocilgas y las cuadras, aparecen dentro del mismo cuerpo del edificio, y delante de las habitaciones personales, que se debía a diversas razones como conseguir una mayor vigilancia del ganado en épocas de escasa seguridad, el aumento de la temperatura por efecto de la proximidad del ganado, el calor que producía la fermentación del estiércol y el calor de los pajares.

Ya a principios de siglo se fueron transformando muchas casas por parte de los labradores, pasando a ser casas de dos plantas. La baja con el portal, cuadra, gallinero y otras dependencias. Se subía a la planta alta por estrechas y empinadas escaleras que en algunas eran y son exteriores de piedra. En esta planta se encuentra una sala blanqueada o cuarto dormitorio con alguna alcoba. La cocina suele estar en la planta terrera o baja aunque excepcionalmente alguna esté situada en la planta alta, también en esta planta se encuentran algunos compartimentos destinados a dormitorios algunos y otros a graneros, estos últimos divididos entre si, con tabiques de madera, para que no se mezclen los distintos tipos de grano, estos compartimentos se les llamaba trojes.

En estas edificaciones, se hacían balcones a los ancho de la fachada mejor soleado de la vivienda por lo que recibían el nombre de solana, las casas que tienen solana en la fachada principal ofrecen un aspecto interesante, máxime si trepa alguna parra hasta llegar a los travesaños; o si esta parra la sustituye alguna hiedra.

La puerta de entrada es más estrecha que la del anterior grupo, la construcción de estas entradas es de piedra formadas con dos jambas y un dintel, estas casas además tienen en la parte exterior el corral con abrevadero, pozo y tenada, para las crías, proteger la leña de la humedad y otros menesteres, algunas de estas entradas y astiales se protegían del viento y la lluvia con tejados colgados, estos consistían en tejas clavadas de abajo arriba y las juntas tapadas con cal. Los labradores con estos procedimientos vencieron al gran enemigo invernal protegiendo así su salud, cosechas y ajuares.

La indumentaria de los antepasados de Sorihuela estaba formada por la influencia de dos zonas, siendo muy semejantes a la zona barqueña más rica, en la zona de Piedrahita y Villafranca que son más típicas de la sierra y por tanto más aislamiento y tradición Vetona.

Vestimenta Hombre

  • La indumentaria de los hombres más antigua, podemos verlas en tres épocas diferentes. Como primera época en la indumentaria unos llevaban Coletos de cuero, Zahones, otros Zamarras y calzón de piel de carnero con la lana hacia fuera, la montera vetona también de cuero y como calzado Albarcas o Abarcas del mismo estilo de cuero de carnero pero con la lana hacia dentro. Todas estas pieles eran elaboradas y curtidas por ellos mismos.
  • Esta primera indumentaria les era precisa porque arropaban el cuero con las pieles sin curtir de carnero que recibían en el  nombre de Desterodo. Posteriormente vistieron montera, calzón, chaleco, chaqueta y faja. La chaqueta muy corta, el calzón descendía hasta un poco más abajo de la rodilla, donde se abrochaban con botones que posteriormente fueron metálicos. Esta indumentaria requería por consiguiente el uso de medias muy gordas y toscas elaboradas con sus propias lanas, por sus mujeres, otras eran de lino que ellos cultivaban en estos parajes como hemos citado anteriormente. Otras generaciones más jóvenes utilizaron el pantalón de paño fuerte por considerarlo ya más práctico, que terminó por desplazar el calzón sobre todo en este pequeño valle, al rechazar el calzón sustituyeron también la chaqueta por la Blusilla corta y recogida por la Faja. En algunos pueblos o aldeas la llevaban flotando y muy volandera este tipo de blusa.
  • Las estaciones del año, marcaban modalidades en las indumentarias. Era prenda de abrigo típica y muy utilizada, de pasadas generaciones, en el invierno la Enguarina, especie de capa de fuerte paño pardo y con mangas, estos paños eran fabricados en los abradores de Béjar, Palencia Santa María del Berrocal. Posteriormente a finales de siglo ya nace una nueva generación que introduce la pana y finos paños que se adaptan al pantalón, chaqueta, fino y elegante chaleco y la fina y muy elegante capa española, siendo así sustituido el rústico paño. Nada hubo tan típico como el primer traje tosco y primitivo que llevaron nuestros antepasados de la zona, es decir lo llevaban todos los hombres puesto que todos eran pastores. En realidad parecían un auténtico primitivo ibero, eran fuertes, no eran altos por lo general tenían el pelo negro, ojos castaños y negros de mirada vaga cuando se encolerizaban, la dentadura muy fuerte y blanca no necesitaban más que el complemento de la indumentaria para hacer vivir el auténtico vetón.

Vestimenta Mujer

  • Las mujeres de los valles inferiores vestían asemejándose unas a otras, existiendo pequeñas diferencias. Las más antiguas vestían, por regla general, muy parejas a los hombres, su indumentaria la confeccionaban con pieles de carnero, dándoles formas a su cuerpo de mujer.
  • Posteriormente comenzaron a llevar Manteos pardos y toscos, más tarde estos fueron cambiados por los de color rojo, amarillo verde, de gran tirada de flores en su alrededor y otros variados adornos, haciendo conjunto con el Justillo, éste lo llevaban muy ajustado a su cintura y pecho, se cubrían con pañete la cabeza estos ribeteados con cintas negras, posteriormente estos pañetes fueron adrnados también con botones dorados o de oro en algunos pueblos muy próximos, también muy serranos, en esta misma época utilizaban el Rebocillo, que era una mantilla muy corta y adornada igual que los pañetes con Alamares y cintas de colores, que juntos con los manteos antes descritos, las calcetas de lana o algodón y lino que solo las cubría hasta las rodillas, acompañadas con las botas de muchos botones, las hacía elegantes y de muy rica y fina belleza.
  • Se hacían peinados muy característicos, por ejemplo los rizos con agujones, con el moño también muy característico de la mujer vetona que llevó hasta mediados de este siglo. Si visitásemos pueblos muy serranos posiblemente veríamos éste en las mujeres a las que aun les gusta conservar la antigua tradición. La mayoría los llevaban liso con trenzas hechas de su propio pelo, este moño era hecho por sus propios familiares o vecinas más próximas. En el centro de la cabeza se lo adornaban con algunas cintas de colores llevando la raya por lo general en el centro de la cabeza.
  • Los adornos de sus orejas o pendientes fueron muy variados desde los más primitivos hechos de hueso de los cuernos de sus animales, pasando posteriormente a los de madera y cobre, terminando en los finos y elegantes de oro. En algunas partes de nuestra región como Candeleda de Barco, llevaban las mujeres el moño adosado a las dos partes de la cabeza, o sea dos moñetes con horquillas, pendientes de hueso y cintas de colores, otras los llevaban al estilo castaña que se caracterizaba por ir en lo alto adosado a su propio pelo a una moña cortada anteriormente para este fin, o un trozo de corcho preparado para adosar el pelo, adornándolo con cintas muy finas de chillones colores, por citar el más próximo las de Candelario, también nuestras mujeres los llevaron más o menos parecidos. Otras muy variadas indumentarias se utilizaron fue por ejemplo el manteo de merino y mandil, adosando a su cintura una faltriquera y bota de botón alta manteo y ropón de lana muy ceñido, que las permitía moverse con suma facilidad, también la típica calceta que las cubría hasta las rodillas hechas de lino y lana burda o tosca, hiladas y confeccionadas por ellas mismas. La indumentaria de fiestas fue largo tiempo el manteo de colores con dibujos y faltriquera el mantón era de distintas clases sobre todo se utilizaba el de ramo y tocadas con el rebocillo.
  • El manteo ya citado fue de larga duración acompañado del moño, últimamente hicieron acto de presencia la capa bejarana y la mantilla española.

Ayuntamiento de Sorihuela

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Salamanca

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