El municipio de Sorihuela siente gran devoción por el Cristo de Valvaneda, y gran parte de sus fiestas las dedican a él. Se conoce con el nombre de Cristo de Valvaneda aunque hay cierta confusión ya que existen otros términos como VALVANEDA, BALVANEDA, VALBANERA Y VALVANERA, de esta última forma es como está escrito en los libros de cuentas de la cofradía en los últimos 40 años, aunque anteriormente figuraba indistintamente.

El más fiable parece ser el de Valvanera ya que en un mapa de la provincia de Salamanca de 1783, en el que se especifican los Cuartos, Sexmo, Rodas, Campos, Concejos y villas sueltas en la segunda mitad del siglo XVIII, en el Partido de Béjar, figura un Cuarto como el de Valvanera. También el riachuelo del pueblo que nace en la Avellaneda, que las gentes del lugar lo hemos transformado como Villanea se llama Valvanera, este riachuelo es afluente del Tormes.

Según la leyenda popular la imagen del Cristo apareció en un paraje a unos 3 kilómetros del pueblo conocido como Valvanera, parece que le trajeron a la Parroquia, pero al día siguiente por la mañana apareció otra vez en el lugar donde lo habían encontrado, entonces construyeron una ermita a 100 metros del pueblo al lado de una pradera, allí está el Santísimo Cristo de Valvanera. Solo sube al pueblo el primer domingo de septiembre, para que en la Iglesia se le haga la Novena, en esta Novena se leen todas las tardes los nombres de los mayordomos (cofrades), se canta el himno, (este himno se empezó a cantar en el año 1.988, con letra adaptada por D. José Luis Buenadicha), el día 14 de septiembre por la mañana se dice la Misa Mayor en la Iglesia, presidida por los mayordomos de ese año, las autoridades municipales y todo el pueblo, después por la tarde se baja a su Ermita en solemne procesión.

Para sacarle de la Iglesia, lo mismo que el día que se subió de la Ermita, (la Ermita es de piedra de granito del pueblo, es solo una nave. El Cristo está al fondo en medio, en el año 1982 se hizo una importante obra en ella, es pequeña muy sencilla y acogedora);los mayordomos habrán buscado mozos u hombres, aunque en los últimos años ya lo han llevado mujeres. Primero van los pendones, Cruz procesional y estandarte, también portado por mozos. Después que la procesión sale de la Iglesia, todo el mundo puede llevar el Cristo, se van turnando después del Cristo va el Sr. Cura, mayordomos, autoridades, charanga y el pueblo en general. En los últimos años van delante del Cristo, el grupo Folklórico del pueblo y el Tamborilero, cuando se llega a la Ermita, en la puerta de esta se le canta por un grupo de mozas y mujeres casadas Los Gozos, estos Gozos han estado muchos años sin cantarse, volviéndose a recuperar en el año 1995. El Cristo también tiene un ramo para las sequías pero la música no la sabemos, después se hace la subasta de andas, pendones, estandarte, y todo lo que los devotos lleven para subastar. Antes de que el Cristo vuelva a su Ermita se le canta el himno y se baila alguna jota delante de Él.

Al día siguiente por la mañana se dice en la Ermita la misa por los cofrades (mayordomos) difuntos, a esta misa suelen acudir personas mayores y los que han perdido algún ser querido, después de la misa el mayordomo viejo le entrega la llave de la Ermita al nuevo, y le explica sus obligaciones durante el año que comienza este día 15 de septiembre y termina el 14 de septiembre del año próximo, las obligaciones del mayordomo (suelen ser matrimonios, por eso se dice mayordomos) son: todos los días tiene que abrir la Ermita, tocar la campana por si alguien quiere hacer una visita al Cristo, encender la lamparilla de aceite, mantener limpia la Ermita, prepararla para las misas que se digan en ella, vestir y adornar el Bendito Cristo, Ermita e Iglesia para la fiesta, también esa mañana se hacen las cuentas de la cofradía.

Para ser mayordomo durante un año se le hace una petición al cura y va tocando por orden de petición, actualmente no hay que esperar mucho pero hasta el año 1992 había que esperar más de 5 años.

La cofradía se cree que pudo ser fundada en el siglo XVII o XVIII y se llama del Cofradia del Sto. Cristo de Valvanera o del Humilladero. La imagen de Sto Cristo es de madera policromada, de finales del siglo XVII o principio del XVIII es una talla no muy grande, está muy bien proporcionada, es una imagen para no llevar vestido, pero quizás al final del siglo pasado por influencias del Cristo de Candelario, se le pusieron las faldas y así sigue. Hace unos 50 años para ser cofrade (mayordomo se denomina en Sorihuela) había que apuntarse todos los años, también había cofrades vitalicios, los cofrades tenían una cuota que el día de la fiesta por la tarde a la puerta de la Ermita se pagaba, en ese momento es cuando se apuntaban o se borraban. Los mayordomos de ese año estaban allí sentados en una mesa, junto al Sr. Cura y familiares, invitaban a vino, dulces y tabaco a los cofrades, mientras en la pradera que hay al lado de la Ermita, había baile y la gente se divertía bailando. Estos gastos los sufragaba la cofradía así como el aceite y cera para alumbrar al Cristo durante el año, tamborilero y los cohetes para la procesión. Actualmente hay unos 1000 cofrades.

Por el año 1690 en Sorihuela se fundaron varias cofradías, denominadas, La del Rosario, San Bartolomé y la de Ánimas, a las cuales tres piadosas mujeres hijas de este pueblo deseosas de hacer bien, donaron a la Iglesia todas cuantas fincas y bienes materiales poseían, estas mujeres fueron: Elena Hernández, Juana González y María Luisa García, que hicieron mucho bien a este pueblo.

Aún se conserva una cofradía posterior a las anteriores llamada del Mandato, el fin de esta cofradía es acompañar a enterrar a los muertos, lo cual es una gran obra de misericordia. Todos los años los cofrades se reúnen el día de Jueves Santo en asamblea, para seguir manteniendo esta tradición. Esta cofradía fue fundada a mediados del siglo XIX, en aquella época todas las personas desposeídas de cualquier tipo de bienes, ambulantes, nómadas y mendigos que fallecían a su paso por los pueblos, obligaron a las autoridades civiles y eclesiásticas a dar sepultura a un mayor número de personas y creyeron conveniente fundar una cofradía para acompañar a estas gentes a su última morada.

No se puede silenciar la Cofradía de San Antonio de Padua, que debido a su antigüedad careció de datos de su fundación, igualmente la de San Sebastián, tanto una como la otra se regían por las mismas normas. Las características de estas cofradías eran ofrecimiento voluntario para cubrir el puesto de abad o mayordomo, comprometiéndose a seguir unas costumbre tradicionales como presidir la Misa Mayor. La Mayordoma tenía que salir días antes de la fiesta a recoger la limosna para el Santo, por todas las casas del pueblo, ofreciendo cada familia, una cazuela de más o menos dimensiones de garbanzos, alubias, pipos, etc., alguna que otra moneda, o medida de trigo, para recoger esto a la mayordoma le acompañaba alguna amiga, familiar, o jóvenes del pueblo. Estas limosnas servían para cubrir los gastos que se originaban en la fiesta y mantener el alumbrado del Santo durante todo el año.

Estas limosnas eran subastadas a la salida de la Misa Mayor el día del Santo, la subasta era realizada por el mayordomo.

También era muy tradicional la donación de una jarra de leche cuando nacía una nueva cría de ganado que cada vecino poseía, la donante llevaba la jarra al altar donde estaba la imagen del Santo. Este ofrecimiento solía realizarse los domingos después de la Misa Mayor, una vez ofrecida, ésta era subastada a la puerta de la Iglesia por el sacristán.

En la Cofradía de San Sebastián también se regían con las mismas normas, con alguna que otra variante.

El saber popular, rico en proverbios, leyendas, cuentos, tradiciones, costumbres y usos, es digno de consideración; el refranero regional y local, es muy rico en Sorihuela.

En canciones populares se han olvidado las tonadillas, las calaseras y las coplas cantadas por los ciegos acompañados por algún que otro instrumento de cuerda que hacían alusión a los sucesos que ocurrían en alguna localidad próxima. Esto se quedó generalizado en la antigua jota con los distintos estribillos.

Junto a las canciones cabe destacarr los instrumentos musicales que las acompañaban como el tambor y la flauta vasca muy utilizadas en una gran parte de Castilla, otros instrumentos que se utilizaban era la pandereta y el almirez. Posteriormente, se puso en boga la chillona dulzaina, acompañada de la estridente caja o redoblete.

Muy originales eran y son los cantares de ronda. Se trata, parece ser, de una mezcla de música sacra y profana, con letras alusivas a la vida del Santo Patrón en el día de su fiesta. En tal día dice la tradición antes de la misa se llevaba el ramo a la Iglesia. Este consistía en una gran rama de árbol muy adornada con cintas de colores, frutas y confituras. Son famosos los ramos de San Antonio y San Sebastián.

Hay que hacer también referencia a los cantares de bodas, porque eran cordialmente alegres y muy inspirados. También era muy frecuente recitar versos a los Santos y Vírgenes en los días de las fiestas o primeras comuniones.

El antruejo fue una fiesta improvisada que surgió de una necesidad del pueblo y del cual surgió el carnaval. Consistía en recorrer las calles del pueblo tocando el mayor número de cencerros y cuernos produciendo el mayor ruido y estridencia posible. Esta fiesta se celebraba antes del carnaval. Su fin era espantar los espíritus malignos y las alimañas que tanto merodeaban por los pueblos y dañaban a su ganado en los periodos invernales.

La cencerrada, era esta muy popular en todo nuestro contorno, consistía en producir todo tipo de ruidos con cacharro, almireces, latas, etc. ¿El porqué de la cencerrada? Era una protesta del pueblo a la unión en segundas nupcias de los viudos. Esto se consideraba como una falta de olvido hacia aquellos seres que habían fallecido, debido a esta creencia el pueblo protestaba y sobretodo las familias de los fallecidos.

Estas tradiciones enumeradas son las más significativas de nuestro pueblo.

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